miércoles, 23 de enero de 2013

Capitulo 5 Daniela


Sabía que era real, no necesitaba más explicaciones. Los latidos de su corazón palpitando fuertes contra mi mano mientras sus ojos se clavaban en los míos. Sin lugar a dudas, aquello había sido una declaración, pero él lo había desmentido, ¿quizás deba dar yo el primer paso? O eso o el chico es tímido o es que esconde algo. Es buen chico, pero sus ojos… son tan irreales, que me hace pensar que cada segundo con él es un sueño.
Por fin llegamos a la fiesta. Era una casa enorme, situada a la zona oeste de la ciudad, con un inmenso jardín lleno de distinto tipo de plantas y más a la derecha estaba la piscina. Entramos en el salón, dónde había un ambiente brutal.
-¿Qué te parece?- me preguntó una voz a mis espaldas. Era Carlos que me puso una mano en cada hombro.
-Muy bien, es genial, gracias por invitarme.- le dije volviéndome dándole una palmada en su mano derecha.
-Siempre está bien tener a chicas como tú por aquí, preciosa.- dijo sonriéndome y mirándome descaradamente de arriba abajo, luego silbó.
-Vigila esas garras.-gruñó un Pablo bastante celoso. Carlos lo miró con odio y pasó de su comentario.
-Cuando quieras buena compañía,- miró a Pablo.- estoy en la cocina, preciosa.- me sonrió. Pablo se puso rojo de ira. Me giré hacia él cuando Carlos se fue.
-Sabía que no iba a ser una buena fiesta.- gruñó él.
-Tranquilízate, Pablo.-le cogí de la mano y lo llevé a la pista.- Relájate.
Seguidamente me puse a bailar delante de él mientras me miraba incrédulo. Intenté que el bailara conmigo, pero él se ponía de puntillas para ver por encima de la gente, le preocupaba más que Carlos se mantuviera lejos y cumpliera la promesa de permanecer en la cocina.
-Dani, ¿quieres algo para beber? Voy a por bebida.
-Un ron con coca cola.- contesté.
-Está bien, espérame aquí y no te dejes tocar por ese baboso de Carlos.- Volvió a mirar de nuevo entre la gente para asegurarse de que éste no estaba cerca. Luego bajó el rostro a la altura del mío y me susurró - Me cae mal.
¿Me lo parecía a mí o Pablo se estaba poniendo celoso?
Mientras Pablo se alejaba apartándose entre la multitud vi a Carlos acercándose a mí y yo me fui de allí. Encontré a Pablo junto a una barra pidiendo los cubatas.
-Pablo, vámonos de aquí.- le pedí.
-¿¿QUÉ?? ¡NO TE OIGO!- La música estaba demasiado fuerte y la gente cantaba.
-¡¡QUE QUIERO IRME DE LA FIESTA!!
-¡¡VALE!!
Salimos al exterior, a un jardín que daba a la parte de atrás. Era bastante acogedor. Nos sentamos en uno de esos sofás balancines de jardín, mientras Pablo se acababa su 5º cubata. Me contaba cosas que jamás me hubiera contado ningún chico y reía, reía mucho, supongo que por causa del alcohol. Luego me rodeó con el brazo izquierdo y me cogió de la cintura mientras balanceaba el balancín y me miraba sonriendo, me pareció que en aquella sonrisa habían escritas más palabras de las que jamás podría decirme.
Estuvimos un rato hasta que le apeteció beber y no precisamente algo que no llevara alcohol. Volvimos a dentro y permanecimos allí hasta las tantas. Y de pronto sonó una canción que me gustaba mucho “Where have you been” de Rihanna, pero era una versión en remix, bastante bailable. Pareció que a Pablo también le gustaba pues me arrastró de la mano al centro de la pista, bajo las luces. Bailaba de una manera que me resultó graciosa y divertida. No dejamos de sonreír. Cuando acabó la canción me cogió de las dos manos y las elevó junto a las suyas, luego pegó su frente contra la mía y me miró mientras sonreía de nuevo y lentamente bajó mis manos formando un ángulo recto. Luego me acarició la mejilla y me la besó.
Finalmente salimos de aquella casa.

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