miércoles, 23 de enero de 2013

Capitulo 9 Daniela


Hablar con él me daba paz y tranquilidad, un no sé que en la barriga.
Después de lo de aquella mañana veía el mundo algo distinto y empezaba a entender ciertas cosas…
Estaba segura que las cicatrices de su espalda tienen algo que ver con mis sueños.  Que el comportamiento de Carlos no es normal, y su ardor en sus marrones ojos clavándose en los fríos ojos grises de Pablo, me da la sensación de que se conocen de mucho antes de todo, antes de que yo llegara, antes de mis sueños.
-¿Dani? ¿Sigues ahí?
Al escuchar su voz, recordé que me esperaba al otro lado del teléfono.
-Perdona, estaba… distraída.
-Si quieres hablamos más tarde…
-No, aún no me has dicho como te encuentras, te dejé bastante mal.
-No me habías dejado mal, pero sí que me encuentro mejor.- Sonreí y supe que el también lo hacía.- Hablamos más tarde, ¿vale? Tengo que darle de comer a Tulán.
-Vale, hasta luego…
Los dos nos quedamos sin saber que decir. El me había dicho que me quería ya varias veces, con indirectas o sin ellas, tal vez esperaba a que yo se lo devolviera. Pero aún así creí que era muy pronto para todo aquello. El balbuceó algo al otro lado.
-Adiós, Pablo.
Y colgué. Me apoyé en la pared y me dejé caer hasta sentarme en el suelo.
Empecé, entonces, a envolverme de nuevo en mis pensamientos, esperaba que Carlos no hubiera ido a su casa y le hubiera hecho algo, y lo peor, que Pablo no me lo hubiera contado por no preocuparme. La duda me inquietaba así que salí de casa y anduve por las calles, sola, pensando en todo y en nada, en el porqué de todo aquello.

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